Está ampliamente demostrado que los colaboradores de una compañía están más que dispuestos a abandonarla por un jefe distante. La cercanía, la flexibilidad y la empatía deben ser características intrínsecas del líder, ya que genera desconfianza en un equipo si éste no posee estos valores. Las nuevas generaciones necesitan igualdad, relaciones horizontales y tratos interpersonales en sus entornos de trabajo ideales. Actualmente, el COVID-19 ha planteado un nuevo escenario: cómo conseguir directivos cercanos en contextos de distanciamiento social.
De esta manera, una de las tareas más primordiales para las compañías es lograr la cohesión y crear vínculos cercanos entre colaboradores y directivos en lugar de reducir las relaciones jerárquicas a “orden y ejecución”, trabajando más por objetivos y aumentando el nivel de delegación. La figura del líder autoritario es arcaica: la meta es conseguir un ambiente de trabajo cómo, donde comunicar desde la transparencia, a tiempo y de forma continuada sean los pilares básicos.
LÍDERES GENERACIONALES
Recientes estudios han puesto de manifiesto cómo han cambiado los directivos hasta día de hoy en función de las fortalezas/debilidades de los diferentes perfiles según la edad y la generación a la que pertenecen. En conclusión, se aprecian grandes diferencias, sobre todo, en la relación con sus colaboradores.
- Tradicionales (nacidos antes de los años 40): contaban con respeto y un alto grado de compromiso con la compañía, pero tenían una estereotipaban a las mujeres y los jóvenes y daban feedback al finalizar los proyectos.
- Boomers (nacidos entre el 1945 y 1965): tienen claros sus objetivos, pero ejercen un liderazgo paternalista y ambientes de trabajo de presión por lograr los resultados.
- X (nacidos entre los 60s y los 80s): apuestan por relaciones menos jerárquicas y son más colaborativos, pero no gestionan el estrés de sus colaboradores.
- Y (nacidos entre los 80s y los 90s): prestan mucha atención a las relaciones interpersonales, pero necesitan más experiencia de gestión.
En consecuencia, los nuevos entornos a los que tenemos que hacer frente exigen un nuevo modelo de liderazgo en el que hay que aglutinar distintas generaciones y comprender sus necesidades, algo así como un líder intergeneracional. Bajo esta perspectiva, la cultura, valores o ideales ya no son tema tabú, sino que se convierten en una fuente de riqueza y diversidad, donde la capacidad de integración o la comunicación se establecen como prioritarios, más si cabe en relaciones que se lleven a cabo a distancia y a través de pantallas.
ALGUNOS CONSEJOS PARA SER UN LÍDER CERCANO
Cercanía y teletrabajo no son conceptos opuestos. Lou Solomon, CEO de Harry Interact, destacó en un artículo que mejorar las pequeñas interacciones diarias era una manera simple pero efectiva de romper moldes y acercarse a los colaboradores. En este sentido, apuntó siete tips para conseguirlo:
- Elogiar el trabajo a los colaboradores con frecuencia para que se sientan reconocidos.
- Ofrecer agradecimientos personales en público.
- Preguntar por opiniones.
- Compartir información para estrechar lazos.
- Dar feedback constante.
- Aceptar los fallos propios y reconocerlos para generar confianza.
- Conocer el nombre de todos los colaboradores.