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Vademecum De Emociones: La Sorpresa

Es la más breve de las emociones. Neurológicamente, la sorpresa activa un súbito aumento en la tasa de descarga neuronal. Las situaciones inesperadas y repentinas, como el ruido de unos petardos, un trueno o una fiesta no esperada, producen sorpresa. Los acontecimientos cognitivos también provocan sorpresa. Por ejemplo, cuando de repente recordamos que no hemos acudido a una cita importante o que hemos olvidado algo, nos sentimos rápidamente sorprendidos. Al ser una emoción breve, es frecuente que la sorpresa se transforme rápidamente en otra.

La función básica de la sorpresa es preparar a la persona para afrontar de forma efectiva los acontecimientos repentinos e inesperados, así como sus consecuencias. Así, la sorpresa limpia el sistema nervioso central de la actividad en curso, preparando al individuo para que concentre toda su atención en el objeto de sorpresa. Esto hace que la memoria a corto plazo quede libre de los pensamientos que ocupaban la conciencia en los momentos previos al acontecimiento inesperado. Desde un punto de vista evolutivo, la sorpresa facilita el proceso de adaptación a lo inesperado.

Cuando la emoción de la sorpresa es excesiva puede producirse una conmoción con trastornos psicosomáticos graves que pueden suponer un shock. Así, por ejemplo, dar la noticia del fallecimiento súbito de un familiar directo requiere mucho tacto e incluso preparación para profesionales implicados a fin de evitar estas conmociones o minimizarlas.

En general, la regla para enfrentarse a la emoción de la sorpresa consiste en preparar al que va a recibirla de forma que pueda asimilar la nueva información que se le ofrece e integrarla (viendo cómo le afecta y cómo encaja con las expectativas previas). La sorpresa puede derivar en frustración profunda y en rabia incontrolable y por tanto en un mecanismo de acción/reacción de consecuencias a veces imprevisibles.

 

 

Referencias:

Redorta, J., Obiols, M., Bisquerra, R. Emoción y conflicto. Aprenda a manejar las emociones. Paidós, 2006.

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